El nuevo documental «Black Trail» ofrece una mirada a los impactos ambientales de la industria naviera, un sector que, según los productores de la película, «es casi intocable, ya que recibe subsidios astronómicos y esconde sus ganancias en paraísos fiscales, mientras contamina con impunidad».
En las últimas décadas se han producido muchos documentales medioambientales sobre el transporte marítimo, pero éste destaca por haber conseguido entrevistas con algunas de las personas más influyentes del sector.
Las entrevistas incluyen a Panos Laskaridis, ex presidente de la Comunidad Europea de Armadores, Dimitrios Fafalios, presidente de Intercargo, Bud Darr, ex ejecutivo de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) y actual vicepresidente ejecutivo de Política Marítima y Asuntos Gubernamentales del Grupo MSC, e Ioannis Plakiotakis, ministro griego de Transporte Marítimo, entre otros.
Cuando las entrevistas fueron denegadas, como en el caso de Kitack, Secretario General de la Organización Marítima Internacional (OMI), los realizadores se dirigieron a las casas y llamaron a las puertas.
«El equipo transfronterizo se centra en cómo la industria naviera ha «capturado» a la Organización Marítima Internacional, la agencia de la ONU que, desde 1948, es el único organismo encargado de regular las emisiones de gases de efecto invernadero y los contaminantes producidos por los buques».
«Aunque el sector del transporte marítimo insiste en que transporta el 90 por ciento de la carga mundial y, sin embargo, es responsable de menos del tres por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, la investigación expone una realidad más oscura -y más mortífera-«.
«Muestra cómo el sector ha esquivado el debate sobre el clima mientras sigue quemando el más sucio de todos los combustibles de transporte. Las emisiones de los barcos son responsables de más de 50.000 muertes al año en Europa, ya que partículas como el carbono negro aumentan las tasas de cáncer en las ciudades portuarias del Mediterráneo».
«Mientras tanto, esas mismas emisiones contribuyen al cambio climático al acelerar el deshielo de los casquetes polares del Ártico».
La película es sólo el último ataque que atribuye la mayor parte de la culpa a la OMI. El primero vino de Nishan Degnarain, ex presidente del Foro Económico Mundial, que escribió una serie de artículos muy condenatorios sobre la organización en Forbes.
Puede ver el documental a continuación:
