MSC advierte del peligro que supone el transporte marítimo en el Ártico en medio del debate sobre el cierre del Canal de Suez

La naviera suiza MSC Mediterranean Shipping Company dice que está redoblando su compromiso de evitar el envío de buques a través del Ártico, mientras algunos debaten la necesidad de una ruta comercial alternativa al Canal de Suez tras el encallamiento del Ever Given.

El presidente de la compañía, Diego Aponte, se comprometió por primera vez en 2019 a no utilizar la Ruta Marítima Septentrional para el transporte marítimo entre Asia y Europa por motivos medioambientales, uniéndose a sus rivales CMA CGM, Hapag-Lloyd y otros.

Ahora, el nuevo consejero delegado de MSC, Soren Toft, antiguo ejecutivo de Maersk que se incorporó a la compañía en diciembre, reafirma el compromiso de la empresa de evitar la famosa y cada vez más accesible ruta del Ártico, incluidos los pasos del Noreste y del Noroeste.

La empresa afirma que la expansión del transporte marítimo en el Ártico podría aumentar las emisiones del llamado «carbono negro», que son partículas físicas de carbono no quemado que pueden depositarse en la tierra y el hielo y acelerar la disminución del hielo marino del Ártico. También citó los riesgos para la navegación, que pueden dar lugar a vertidos de combustible, problemas de calidad del aire y afectar negativamente a la biodiversidad marina.

«Como empresa responsable, ésta era una decisión obvia para nosotros», comentó Toft. «MSC no tratará de atravesar el hielo que se está derritiendo en el Ártico para encontrar una nueva ruta para el transporte marítimo comercial y considero que ésta es una postura que debe adoptar todo el sector marítimo. Algunos de nuestros colegas ya han asumido el mismo compromiso de anteponer la preservación del medio ambiente del Ártico a los beneficios. La Ruta Marítima Septentrional no es una solución rápida para los retos actuales del mercado, ni una estrategia viable a largo plazo».

En lugar de buscar la ruta más corta para el transporte marítimo a través del Ártico, MSC dijo que en su lugar se centrará en la reducción de las emisiones de CO2 mediante el despliegue de buques más grandes y ecológicos de 24.000 TEU y buscará nuevos combustibles y tecnologías para lograr un futuro con cero emisiones de carbono.

MSC insta ahora a que no se pasen por alto las preocupaciones medioambientales en medio del actual debate sobre el impacto de la pandemia de COVID y las repercusiones del cierre del Canal de Suez en las cadenas de suministro, advirtiendo que:

«la explotación de las rutas del Ártico es un paso injustificado en la dirección equivocada».

«Intentar abrir nuevas rutas de navegación que rocen el casquete polar parece la ambición ignorante de un explorador del siglo XVIII, cuando hoy sabemos que esto supondría más riesgos para los seres humanos y para muchas otras especies de esa región, además de empeorar el impacto del transporte marítimo sobre el cambio climático», dijo Bud Darr, Vicepresidente Ejecutivo de Política Marítima y Asuntos Gubernamentales del Grupo MSC.

«MSC apoya los objetivos de descarbonización de la Organización Marítima Internacional de la ONU, incluida la descarbonización completa del transporte marítimo, y no ve ningún mérito global en el uso de esta posible ruta comercial. Los riesgos e impactos superan los beneficios de los tránsitos más cortos. No hay atajos hacia una auténtica descarbonización del transporte marítimo y éste es un atajo que debería evitarse definitivamente», añadió Darr.

El transporte marítimo en el Ártico ha crecido de forma constante en los últimos años, principalmente impulsado por las exportaciones rusas desde sus yacimientos del norte de Siberia. Sin embargo, en términos de transporte marítimo de contenedores, por ahora parece haber poco interés por parte del sector.

En septiembre de 2018, Maersk sí envió uno de sus nuevos buques alimentadores del Báltico en una travesía única de la Ruta Marítima del Norte en su viaje inaugural desde Asia hasta el norte de Europa. A pesar del éxito del viaje, Maersk subrayó que el pasaje fue una prueba única diseñada para ganar experiencia operativa en la región y para probar los sistemas del buque.

Sin relación con el Ártico, fuentes del sector marítimo señalan que existe una creciente presión para que el Canal de Suez mejore rápidamente su infraestructura técnica a fin de evitar futuras interrupciones del transporte marítimo, después de que el encallamiento del Ever Given desestabilizara las cadenas de suministro internacionales y obligara a muchos buques a desviarse por África.

ibemar.net

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