Eastern Pacific Shipping ha formalizado la práctica de no transportar cargas de carbón a bordo de sus buques, y cree que su decisión podría ser un modelo para ampliar los objetivos de descarbonización del sector.
Eastern Pacific mueve cada año unos 26 millones de toneladas de carga a granel a bordo de sus más de 30 buques de carga, pero no ha movido nada de carbón desde abril de 2020. Ahora ha codificado esta pauta de negocio en una política de «no a la carga de carbón», según anunció el martes.
En su informe anual de ESG, Eastern Pacific señaló que las partes de la conferencia COP26 acordaron un lenguaje para fomentar la eliminación gradual del carbón, el combustible fósil más intensivo en carbono. «Para apoyar esta transición, los buques gestionados comercialmente por EPS seguirán una ‘Política de No Carga de Carbón'», dijo la compañía. «EPS espera desempeñar un pequeño papel para que este producto deje de ser económicamente viable, aumentando así la demanda de opciones más ecológicas».
Se trata de una decisión inusual para un operador de graneles, ya que el carbón es una de las tres principales cargas a granel. Pero quizá el elemento más inusual sea la decisión de abordar el impacto climático de un cargamento de cualquier tipo. En el caso de los buques cisterna y los graneleros que transportan carbón, el carbono de la carga supera con creces el carbono de los tanques de combustible, y ambos terminan como CO2 debido al viaje, pero sólo las emisiones relacionadas con el combustible se contabilizan a efectos de ESG.
La decisión de EPS se aparta de esta convención, al menos en el segmento de los buques de carga. «La política de EPS de no cargar carbón . . pretende ser un mensaje para la industria marítima de que la descarbonización no es exclusiva de cómo movemos los buques – lo que movemos también importa», dijo la compañía.
La nueva política de «no carbón» no aborda las emisiones de uso final de las cargas de petróleo, que seguirán siendo transportadas a bordo de la considerable flota de petroleros de EPS.
