Es probable que el comercio mundial se atenúe este año tras alcanzar un récord en 2021, según los datos publicados el jueves por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
En general, el comercio mundial alcanzó el año pasado la cifra récord de 28,5 billones de dólares, lo que supone un aumento del 25% respecto a 2020 y un 13% más en comparación con 2019, antes de la pandemia del COVID-19.
La actualización del comercio mundial de la UNCTAD muestra que el comercio mundial de bienes se mantuvo fuerte en 2021, mientras que el comercio de servicios finalmente volvió a sus niveles anteriores a la COVID-19.
Aunque la mayor parte del crecimiento tuvo lugar durante la primera mitad de 2021, el progreso continuó en la segunda mitad. En el cuarto trimestre, el comercio de bienes aumentó en casi 200.000 millones de dólares y alcanzó un nuevo récord de 5,8 billones de dólares, según la UNCTAD. Mientras tanto, el comercio de servicios aumentó en 50.000 millones de dólares para alcanzar 1,6 billones, justo por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
El informe muestra que en el cuarto trimestre de 2021, todas las principales economías comerciales vieron aumentar sus importaciones y exportaciones muy por encima de los niveles prepandémicos, pero el comercio de bienes aumentó más en el mundo en desarrollo que en los países desarrollados. Las exportaciones de los países en desarrollo fueron un 30% más altas que en el mismo periodo de 2020, frente al 15% de las naciones más ricas. Este crecimiento fue especialmente mayor en las regiones exportadoras de productos básicos, ya que los precios de estos productos aumentaron.
Con la excepción de los equipos de transporte, casi todos los sectores económicos registraron un incremento interanual considerable en el cuarto trimestre.
«Los elevados precios de los combustibles están detrás del fuerte aumento del valor del comercio del sector energético», dice el informe. «El crecimiento del comercio fue también superior a la media en el caso de los metales y los productos químicos».
Debido a la escasez mundial de semiconductores, el crecimiento del comercio de equipos de comunicación, vehículos de carretera e instrumentos de precisión fue escaso, según el informe.
Tras el impulso del cuarto trimestre, la UNCTAD indica que el crecimiento del comercio se ralentizará durante el primer trimestre de 2022. Aunque se prevén tasas de crecimiento positivas tanto en el comercio de bienes como en el de servicios, es probable que los niveles se mantengan similares a los de los últimos tres meses de 2021.
«La tendencia positiva del comercio internacional en 2021 fue en gran medida el resultado de los aumentos de los precios de los productos básicos, la disminución de las restricciones por pandemia y la fuerte recuperación de la demanda debido a los paquetes de estímulo económico», dice el informe.
«Como es probable que estas tendencias disminuyan, se espera que las tendencias del comercio internacional se normalicen durante 2022″.
De cara al futuro
En general, es probable que el crecimiento del comercio en 2022 sea menor de lo previsto, predice la UNCTAD. El informe señala que el Fondo Monetario Internacional ha revisado a la baja su previsión de crecimiento económico mundial en 0,5 puntos, teniendo en cuenta la persistente inflación en Estados Unidos y las preocupaciones relacionadas con el sector inmobiliario de China. Asimismo, debido a las continuas interrupciones logísticas y al aumento de los precios de la energía, «los esfuerzos por acortar las cadenas de suministro y diversificar los proveedores» podrían afectar a los patrones del comercio mundial durante 2022. Una tendencia de creciente «regionalización», así como «una mayor dependencia de los proveedores geográficamente más cercanos» y el cambio en la demanda mundial de productos ambientalmente sostenibles también podrían afectar a los patrones.
Por último, el informe también señala los niveles récord de deuda mundial, advirtiendo que es probable que se intensifique la preocupación por la sostenibilidad de la deuda debido a las crecientes presiones inflacionistas.
«Un endurecimiento significativo de las condiciones financieras aumentaría la presión sobre los gobiernos más endeudados, amplificando las vulnerabilidades y afectando negativamente a las inversiones y los flujos comerciales internacionales», advierte el informe.
