Por Lovasoa Rabary
ANTANANARIVO, 6 de febrero (Reuters) – Tres personas murieron el domingo en el sureste de Madagascar después de que el ciclón Batsirai tocara tierra, dejando un rastro de devastación que incluye edificios derrumbados, cortes de electricidad e inundaciones.
Una de las ciudades más afectadas fue Nosy Varika, en la costa, donde la mayoría de los edificios quedaron destruidos y la ciudad quedó aislada de los alrededores debido a las inundaciones, según un funcionario.
Batsirai se adentró en el país a última hora del sábado, azotando la costa oriental de Madagascar con fuertes lluvias y vientos de 165 kilómetros por hora. Se calcula que podría desplazar a unas 150.000 personas.
Los daños causados por el sistema de tormentas se suman a la destrucción causada por otro ciclón, Ana, que azotó la isla hace apenas dos semanas, causando la muerte de 55 personas y el desplazamiento de 130.000 personas.
La radio estatal de Madagascar informó de la muerte de tres personas en la ciudad de Ambalavao, a unos 460 km al sur de la capital, Antananarivo, cuando su casa se derrumbó cuando la tormenta arrasó la zona. Se esperaba que la oficina gubernamental de gestión de catástrofes diera a conocer las cifras de víctimas y desplazados más tarde el domingo.
«Sólo vimos desolación: árboles arrancados, postes eléctricos caídos, techos arrancados por el viento, la ciudad completamente bajo el agua», dijo a Reuters por teléfono Nirina Rahaingosoa, residente en la ciudad de Fianarantsoa, a 420 km al sur de la capital.
La electricidad quedó cortada en la ciudad al derribarse los postes por las fuertes ráfagas de viento que soplaron toda la noche hasta la mañana del domingo, dijo.
Willy Raharijaona, asesor técnico del vicepresidente del Senado de Madagascar, dijo que algunas partes de la región, como la ciudad de Nosy Varika, en el sureste de Madagascar, habían quedado aisladas de las zonas circundantes por las inundaciones.
«Es como si nos hubieran bombardeado. La ciudad de Nosy Varika está destruida casi en un 95%. Las casas sólidas han visto sus techos arrancados por el viento. Las cabañas de madera han sido destruidas en su mayor parte», dijo.
Otro residente que sólo dio un nombre, Raharijaona, dijo a Reuters que incluso las escuelas e iglesias que habían sido preparadas para albergar a los desplazados en los alrededores de la ciudad de Mananjary, en el sureste, tenían los tejados arrancados.
En otro lugar de la región central malgache de Haute Matsiatra, los aldeanos sacaron el domingo el barro de una carretera para limpiar los daños causados por un corrimiento de tierras provocado por Batsirai.
Madagascar aún se recupera del ciclón tropical Ana, que azotó la nación insular del océano Índico el 22 de enero, dejando al menos 55 muertos por desprendimientos de tierra y derrumbes de edificios, y provocando inundaciones generalizadas.
Tras arrasar Madagascar, Ana se desplazó hacia el oeste, tocando tierra en Mozambique y continuando hacia el interior hasta Malawi. Un total de 88 personas murieron, incluidas las de Madagascar.
