El 6 de junio, se permitió desembarcar en Malta a más de 400 migrantes retenidos en cuatro embarcaciones turísticas, después de que los migrantes a bordo de una de esas embarcaciones, EUROPA II, se amotinaran y efectivamente, secuestraran la embarcación, reteniendo a la tripulación en el puente, amenazándolos con cuchillos robados y dando a las autoridades de Malta media hora para satisfacer su demanda de desembarco inmediato.
Amenazaron con hacer estallar la bombona de gas e iniciar el fuego a bordo. Malta permitió a todos los barcos entrar en el puerto y desembarcar a todos los migrantes.