Maersk y los desafíos logísticos del sector automotriz en América Latina

En el duro contexto de la pandemia de Covid-19 las plantas automotrices debieron frenar su producción y en algunos lugares del mundo sus ventas cayeron hasta un 80%, lo que marcó un año sin precedentes. La ventas en el sector automotriz se desplomaron un 26% a nivel mundial y en América Latina casi un 30%, siendo algunos países más afectados que otros.

En este escenario también se destacó aún más la importancia en el sector logístico de tener visibilidad de dónde se encuentran las cargas en ruta, lo cual fue aún más evidente para diversas compañías cuando se reactivó la producción, ya que de tener un movimiento nulo pasaron a un tercer y cuarto trimestres más fuerte y esto trajo consigo un alto nivel de complejidad a la cadena de suministro. Algunas armadoras se encontraban incluso en volúmenes más altos que los del año previo, por lo que el reto fue cómo lidiar, primero, con un paro completo de la cadena de suministro para luego tener que reactivar dicha cadena en muy poco tiempo, lo cual presionó los costos al alza, además de dejar diversos aprendizajes de los detalles que se deben mejorar en dichas cadenas.

«A pesar de la caída de ventas automotrices a nivel mundial, pudimos observar un incremento en la venta de vehículos eléctricos durante 2020, eso es una tendencia gracias al mejor enfoque que se tendrá durante los próximos años por la concientización medioambiental, y que se verá reflejado de forma significativa en la cadena de suministro. Aquí debemos ser más conscientes y encontrar maneras de reducir el impacto ambiental. En el corto plazo puedo decir que la crisis no ha terminado, simplemente se ha transformado y seguirá presentando nuevos retos”, comentó John Carmichael, director Global Automotriz de Maersk.

Durante este último año el sector logístico tuvo que enfrentarse a distintos retos debido a las medidas de aislamiento implementadas por gobiernos en todo el mundo. Otro factor importante radicó en que esto sucedió en diferentes momentos a nivel mundial, por lo que cada uno de los proveedores de los que depende una cadena completa, sufrieron retrasos e incluso cierres definitivos al no poder mantener gastos sin el mismo nivel de ingresos. Debido a la poca visibilidad que hay con respecto al futuro, hacer una proyección de compra a los proveedores también es sumamente complicado, lo que se traduce en impactos tan altos que limitan la capacidad de producción de todos los elementos requeridos para la industria automotriz.

Greg Jensen, gerente de Logística del centro de distribución de Panamá Paccar, comenta que existen tres retos principales para la industria logística:

  1. El medio ambiente: Esto incluye las leyes locales y costos de la empresa, actualmente estamos más enfocados en nuestro medio ambiente y se está buscando la movilidad eléctrica.
  2. La agilidad: Tenemos que estar más disponibles para adaptarnos a los cambios rápidos a los que se enfrenta el mundo.
  3. La tecnología: Cómo comunicarnos entre empleado-empresa, y empresa-empresa, desarrollando mejor tecnología para poder mover mercancía con mayor eficiencia y facilitar procesos que antes requerían ser documentados en papel físico y que ahora se mantengan digitales.

Todo esto estaba contemplado desde antes de la pandemia, pero la crisis nos empujó a enfocarnos y acelerar más los procesos de este tipo, adaptarnos más rápido para seguir moviendo la industria”, finalizó Jensen.

Julio Calderón, gerente de Cadena de Suminisitro para Sofasa – Renault Colombia, señaló que algo bueno que dejó la pandemia fue la eliminación de muchos paradigmas a nivel fábrica, comercio exterior y a nivel logístico. El teletrabajo se ha manejado mucho mejor y con más responsabilidad de lo que se esperaba, esta crisis permitió ver las cosas de manera diferente y ahora se debe aprender a ir paso a paso, ya que es difícil predecir qué pasará en algunos meses.

Veníamos de un ritmo muy bien aprendido y tuvimos que adaptarnos rápidamente, a pesar de la complejidad”, comentó Calderón, quien agregó que “Veremos un efecto látigo, ya que al haber tenido una disrupción completa en la cadena de suministro, ahora traerá consigo impactos de regreso que se manifestarán de distintas formas y que harán más compleja la planeación de la cadena de suministro”, añadió finalmente John Carmichael de Maersk.

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