La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte dijo hoy que ayudó a los marinos a recuperar casi 45 millones de dólares en salarios adeudados el año pasado, mientras que los casos de abandono de buques casi se duplicaron hasta alcanzar un récord.
Los «salarios adeudados» son, por lo general, la paga, las bonificaciones o los derechos no pagados por un armador o su agente por el trabajo ya realizado por un marino.
El Coordinador del Cuerpo de Inspectores de la ITF, Steve Trowsdale, que dirige a los 134 coordinadores, inspectores y contactos de la ITF, dijo que la cifra de salarios adeudados era considerable si se tiene en cuenta lo difícil que ha sido para los inspectores subir a bordo de los buques debido a las restricciones Covid-19 impuestas por los gobiernos y las autoridades sanitarias y portuarias.
«La pandemia ha resultado realmente difícil para algunos armadores que ya estaban llevando a cabo operaciones marginalmente viables: algunos han tenido dificultades para pagar vuelos de repatriación más caros de lo que están acostumbrados a llevar a los marinos a casa, y el nuevo coste de la cuarentena. Sin embargo, los problemas financieros a los que se enfrentan las compañías no son razón para suspender el pago de los salarios o no respetar los derechos humanos de los marinos», afirmó Trowsdale.
La ITF señaló que el coste de los vuelos y las restricciones gubernamentales a los viajes y al tránsito introducidas para combatir la propagación del virus Covid-19 dieron lugar a la actual «crisis de cambio de tripulación», en la que los marinos se ven obligados a trabajar de forma rutinaria con exceso de contrato.
En 2020, la ITF también informó de un número récord de casos de abandono a la Organización Internacional del Trabajo, con el número de buques que figuran en la base de datos internacional de abandono alcanzando un récord de 85 en 2020, frente a 40 en 2019 y 34 en 2018.
Trowsdale advirtió que estas cifras podrían ser «solo la punta del iceberg» cuando se trata de casos de abandono y salarios adeudados en todo el mundo.
«El abandono va en aumento y, lamentablemente, una de las razones de ese aumento ha sido que los Estados de abanderamiento no han cumplido con sus responsabilidades para con la gente de mar. Se supone que los Estados de abanderamiento deben garantizar que los buques que enarbolan sus banderas paguen a los marinos a tiempo, los repatríen al final de los contratos y les proporcionen las necesidades de la vida», dijo Trowsdale.
«Estas cifras demuestran que la ITF y el cuerpo de inspectores de la ITF siguen liderando la lucha contra los armadores deshonestos que tratan a sus marinos como esclavos modernos», añadió Trowsdale.
Un caso destacado de abandono fue el de un marino sirio al que se le nombró tutor legal del MV Aman, de bandera bharaní, y se le obligó a vivir en el buque abandonado durante cuatro años mientras las autoridades egipcias intentaban vender el buque para pagar las deudas de los propietarios. Cuando la ITF se involucró en diciembre, sólo tardó cinco meses en llevar al marino a casa, según la ITF.
