Las olas y las algas desafían los planes de Francia para la eólica flotante

Por Francois de Beaupuy y William Mathis (Bloomberg) -Los proyectos de energía eólica flotante podrían abrir vastas zonas de los océanos del mundo para producir energía libre de carbono. Pero los promotores deben resolver primero dos problemas técnicos clave, según el operador de la red eléctrica de Francia.

El oleaje del mar puede provocar vibraciones que dañen los equipos de las subestaciones flotantes, mientras que los cables pueden resultar dañados por la acumulación de conchas y algas, según la Reseau de Transport d’Electricite. Estos problemas deben solucionarse antes de que la energía eólica flotante pueda tener éxito a gran escala, y RTE es uno de los operadores que está tratando de resolverlos.

Este incipiente segmento de la industria de la energía limpia ampliaría considerablemente las posibles zonas del mar donde los productores de energía podrían instalar turbinas. En muchos lugares, los mejores recursos eólicos están en aguas demasiado profundas para construir una estructura desde el fondo del mar. Pero la nueva tecnología flotante es cara y corre el riesgo de sufrir daños por el oleaje y la fauna marina.

Las subestaciones se utilizan para cambiar el voltaje de la electricidad producida por los parques eólicos marinos, de modo que pueda llegar a la costa con mayor facilidad y seguridad. Una de las soluciones que se están estudiando es una versión flotante que pueda resistir el fuerte oleaje, explica Regis Boigegrain, jefe de asuntos marítimos de RTE, responsable de la conexión de las turbinas marinas francesas a la red.

«Siempre que sepamos cómo hacerlo técnicamente», se evitaría el importante coste de construir una subestación en el fondo del mar, dijo en una conferencia.

Según Boigegrain, podría considerarse la posibilidad de construir una subestación de este tipo para dos proyectos en el Mediterráneo que el gobierno francés tiene previsto licitar el año que viene. RTE está trabajando con socios como el astillero francés Chantiers de L’Atlantique para ver si los flotadores pueden absorber suficientemente el oleaje y minimizar las vibraciones.

Ese concurso será una de las primeras grandes oportunidades para que los promotores construyan un proyecto eólico flotante a gran escala. Podría atraer a empresas de servicios públicos como Electricite de France SA y Engie SA, así como a compañías petroleras como Royal Dutch Shell Plc y Total SE, que han estado invirtiendo en proyectos de menor escala para desarrollar experiencia con la tecnología.

Los cables de alta tensión también tendrán que ser lo suficientemente resistentes para soportar el oleaje, así como la «biofouling» (acumulación de conchas, algas y esponjas), que puede ser tan pesada que cause daños, dijo Boigegrain.

Los problemas del sector eólico marino no se limitan a Francia. A principios de este año, el promotor Orsted A/S descubrió que los cables de un parque eólico situado frente al Reino Unido se habían dañado al rozar con las rocas del lecho marino.

Según un informe de BloombergNEF, ambos países -y Corea del Sur- tienen las mayores oportunidades para la energía eólica flotante en esta década (añade detalles sobre la licitación en el séptimo párrafo).

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