Por Daren Butler (Reuters) El presidente turco, Tayyip Erdogan, puso en marcha el sábado un proyecto de canal de 15.000 millones de dólares destinado a aliviar la presión sobre el concurrido Estrecho del Bósforo, colocando los cimientos de un puente sobre la ruta prevista.
Los críticos de lo que Erdogan apodó su «proyecto loco» cuando lo reveló hace una década cuestionan la viabilidad de una vía fluvial que atraviesa 45 km (28 millas) a través de pantanos y granjas en el borde occidental de Estambul, y dicen que dañará el medio ambiente.
«Consideramos el Kanal Estambul como un proyecto para salvar el futuro de Estambul», dijo Erdogan en una ceremonia. «Estamos abriendo una nueva página en la historia del desarrollo de Turquía».
Los trabajadores de la construcción vertieron cemento en los cimientos del puente de 1,6 km mientras una multitud ondeaba banderas turcas. Erdogan dijo que el canal tardaría seis años en completarse.
El gobierno afirma que es cada vez más peligroso para los petroleros serpentear entre el Mar Negro y el Mar de Mármara por el congestionado Bósforo, que divide las mitades europea y asiática de Estambul, una ciudad de 15 millones de habitantes.
Ya pasan 43.000 buques al año, mucho más de los 25.000 que el gobierno considera seguros, lo que provoca tiempos de espera cada vez más largos. Se calcula que en 2050 esa cifra aumentará a 78.000.
Sin embargo, una encuesta sugiere que la mayoría de los ciudadanos se oponen al proyecto, al igual que el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, y el partido de la oposición CHP, al que pertenece. Los críticos afirman que destruiría un ecosistema marino y pondría en peligro parte del suministro de agua dulce de la ciudad.
Algunos banqueros de alto nivel declararon a Reuters en abril que algunos de los mayores bancos de Turquía eran reacios a financiar el canal debido a las preocupaciones medioambientales y a los riesgos de la inversión.
A Rusia también le preocupa que el canal no esté amparado por la Convención de Montreux de 1936, que restringe el paso de buques de guerra de Estados no pertenecientes al Mar Negro por el Bósforo.
Imamoglu había desestimado la ceremonia del sábado como una maniobra para salvar la cara de un proyecto que ha tardado en materializarse, en parte debido a las dificultades económicas. Dijo que el puente formaba parte de un proyecto de autopista no relacionado con el canal.
